Tiempo de reencontrar tu camino

Esta semana es la de mayor importancia en la fe católica.

No te explicaré aquí su significado.

Sólo tomaré un sentido de la vida de Cristo: su misión clara en el mundo.

¿Cuál es la tuya?

¿De qué nos perderíamos en el mundo si no existieras?

Con la simple ciencia puedes descubrir que no hay otro ser humano como tú…

¿Qué tiene de importante para ti?

Que tu lugar es único, no estás de más.

Por lo tanto... ¿Cuál es el significado de tu existencia?

Está respuesta, aunque no estes consciente de ella, ya la has dado.

Lo que hoy haces, es resultado de lo que crees que eres… y te pregunto:

1) ¿Lo que haces le da sentido y significado a tu vida más allá de hoy?

2) ¿Vives o sobrevives?

3) ¿Para quién lo haces y con qué resultados?

Son muchas las preguntas con las que puedo cuestionar tu existir… sin embargo, ninguna se acercará al valor de saber quién eres y quién estás llamado a ser…

En ti está la respuesta.

La felicidad personal depende de una sola respuesta para ser total y no requieras más respuestas; y en ti hay muchas respuestas.

Hay algo que siempre comparto por el valor que le dio a mi vida, en su sentido y significado cuando estuve extraviado.

Un pasaje bíblico:

“Yo Soy la luz del mundo… el que me sigue, no caminará en la oscuridad, sino tendrá la luz de la vida” Jn8, 12

Mucho tiempo oré con él… y encontré el camino.

Puedes elegir esta sabiduría… o seguir otra.

Lo importante será que sepas con exactitud, tu lugar en el mundo.

Está de por medio tu felicidad y la de otros, pues tu misión en el mundo, aportará un bien para todos.

¡Hasta pronto!