Cómo ser creíble sin dar un sólo beneficio
Abundan en política quienes creen que, para que los valoren, deben estar en todos lados, subir fotos constantes con la gente o proclamar desesperadamente que escuchan.
Es un error.
Puedes ser creíble sin dar nada material ni tanto brinco: basta con ser sincero en lo cotidiano y mostrar un camino claro, una misión única, diferente y relevante más allá de tu partido o grupo, para que la gente se sume a tu proyecto, porque les permite eperimentar un sentido de pertenencia a él.
El sentido de pertenencia es una necesidad innata del corazón humano; surge sólo cuando percibes una ruta compartida con la que te identificas con tus valores, una misión auténtica.
¿Ves qué sencillo?
El valor te lo otorgan no por lo que das, sino por tu testimonio de coherencia. La gente admira a quienes encarnan convicción, porque anhelan ser como ellos.
No des: entrégate con sinceridad, vive esa misión en lo diario y comunícala con persuasión. Lo demás llega solo: creerán en ti, te escucharán, te elegirán, te amarán y votarán por ti.
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